Según el Banco de Alimentos de Quito en la capital se desperdician 2 toneladas de alimentos óptimos para el consumo humano al día provenientes de supermercados, locales comerciales, viviendas etc. También, Ecuador tiene un índice de hambre de 14.4 clasificandolo como uno de los mayores GHI en latinoamérica y de severidad moderada (GHI, 2017). Basándonos en estos hechos, nuestra propuesta consiste en la reducción de alimentos desperdiciados mediante el desarrollo de un local de comida de buena calidad pero de corta vida o fallas industriales, que en otras instancias sería desechada por los supermercados o familias. Así lograremos que la población acceda a productos en buen estado a muy bajo precio y mejorar la nutrición de personas de bajos recursos. De todas maneras, este establecimiento estaría abierto al público, por lo que gente de cualquier nivel económico podría tener acceso.